El objetivo del balanceo es distribuir el peso de forma equitativa por todo su perímetro. Cuando las ruedas no están equilibradas, pueden provocar incómodas vibraciones durante la conducción. También tienen como resultado el desgaste prematuro de los componentes de suspensión y de dirección, de las piezas giratorias y de las llantas.
A la hora de volver a poner una llanta en una rueda, Continental recomienda que se vuelva a balancear la llanta correctamente para ayudar a eliminar la vibración y a evitar el desgaste prematuro ocasionado por el desequilibrio del montaje de la rueda giratoria y del neumático.
Cuando una o más llantas de tu vehículo no están balanceadas, hay varios indicadores comunes:
Si notas alguno de estos síntomas (incluso aunque las llantas sean relativamente nuevas), es posible que tu vehículo tenga una llanta desbalanceada.
Como parte del mantenimiento rutinario del vehículo, los conductores deberían equilibrar las llantas entre cada 5000 a 10.000 km recorridos, o de 1 a 2 años (lo que ocurra primero).
También vale la pena equilibrar las llantas y las ruedas:
Otra cosa que se debe tener presente es que el equilibrado de las llantas es completamente diferente a la alineación de las ruedas, si bien ambos conceptos a veces se confunden. Alinear un juego de ruedas implica ajustar sus ángulos para que estén paralelas entre ellas y en perpendicular con el suelo
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