La presión de inflado óptima de las llantas para su vehículo son acordados por el fabricante del vehículo y el productor de llantas. La presión recomendada para las llantas de su vehículo se puede encontrar en el manual de su vehículo, el interior de la tapa del depósito de combustible o en el lateral de la puerta del conductor. 

La presión de las llantas influye en el rendimiento del vehículo: confort de conducción, estabilidad direccional, las curvas de frenado y agarre... Conducir con presión incorrecta tendrá una influencia negativa en cada uno de estos aspectos.

La presión de inflado correcta debe adaptarse a las diferentes cargas y condiciones de servicio.

La presión de las llantas tiene que medirse siempre EN FRÍO, ya que la presión aumenta cuando la llanta se calienta y si se corrigiese a la baja la cantidad de presión, podría resultar en una presión de inflado demasiado baja, lo que sobrecargaría a la llanta, recalentándolo excesivamente incluso llegando a deteriorarlo.

La presión debe ser revisada regularmente cada 2 semanas o antes, si se va a realizar un largo trayecto, o si  se va a producir un incremento de la carga o velocidad.

Conducir con las llantas sobreinfladas altera:

• el confort de conducción
• la estabilidad en la dirección
• el comportamiento en el paso por curva a gran velocidad
• Desgaste irregular

Mantén tus neumáticos con la presión recomendada por el fabricante de tu vehículo y de tus llantas.

Una presión de aire insuficiente influye en muchos aspectos de la conducción:

• respuesta en  el manejo
• estabilidad direccional
• seguridad (las llantas se pueden desllantar en el paso por curva)
• consumo de combustible (mayor consumo, menor kilometraje)
• vida de la llanta
• desgaste irregular

AVISO SOBRE LA SEGURIDAD - La presión insuficiente puede causar graves deterioros en su llanta, pudiendo ser responsable incluso de un reventón.

Existen daños ocultos en las llantas que NO pueden ser subsanados con la correcta presión de la llanta, si no que deben ser verificados y subsanados por especialistas:

El Sistema de monitoreo de la presión (TPMS por sus siglas en inglés: Tire Pressure Monitoring Systems) debe ser instalado en todos los coches nuevos (categoría M1) desde el 1 de noviembre de 2014 en Europa. Existes dos Sistemas de monitoreo de la presión (TPMS):

Sistemas directos - los sensores están integrados en la válvula, adjuntos a la llanta o dentro de la llanta.

Sistemas indirectos - no hay sensores en la llanta o rim. Los cambios de presión se miden indirectamente por ejemplo por diferencias en la circunferencia de pisada.

Los fabricantes de automóviles pueden utilizar cualquiera de ellos. 

El montaje y mantenimiento del TPMS debe ser asumido por especialistas.

A menudo se ofrece nitrógeno como alternativa para el inflado de llantas.

El nitrógeno es un gas inerte (no inflamable), básicamente aire al que se le elimina el oxígeno.

El aire contiene un 78% de nitrógeno. Debido a su propiedad como gas inerte, se usa para momentos muy específicos, como la minería o la aviación. también se usa en competición.

Para un uso de la llanta normal no es necesario el nitrógeno.

De todas formas, el nitrógeno no daña las llantas, y puede contribuir (mínimamente) a pérdidas de presión por permeabilidad.

Aún así, el nitrógeno no nos protegería de pérdidas de presión por pinchazo, pérdidas por rim, válvulas etc.

Ya sea con un inflado de aire o nitrógeno, el mantenimiento debe ser el mismo. El uso de nitrógeno no es excusa para no hacer la revisión periódica de presión a tus llantas.